Este simpßtico animal de milenaria historia, bastante similar a la del Spaniel tibetano y a la del Lhassa Apso, completa el grupo de perros originarios del Tibet. Del mismo modo que para estos dos perros, su crφa y su difusi≤n se debe a los monjes Lama que acostumbraban a hacer de ellos un objeto de regalo a los nobles de los pueblos vecinos e incluso, al propio emperador de la China. Celosos, sin embargo, de la crφa del Terrier tibetano, solφan regalar ·nicamente machos para poder mantener la exclusividad de la raza. Quien logr≤ hacerla salir de los monasterios fue el pueblo, en sus insurrecciones, que no respet≤ los lugares sagrados y saque≤ incluso a estos peque±os animales de carßcter fiero y simpßtico. Su difusi≤n en Occidente es historia relativamente reciente y se debe a los primeros exploradores que visitaron los paφses de la regi≤n del Himalaya y que, a su retorno, llevaron consigo los primeros Terriers tibetanos que rßpidamente se difundieron por Europa, sobre todo en las islas britßnicas. En la actualidad, tambiΘn es Inglaterra el ·nico paφs donde el Terrier tibetano resulta a·n numeroso, mientras que en otras naciones, bastante raro.
